Figurine en étain d'un cheval et d'un lévrier avec l'inscription du service d'incendie de Punta Arenas, 1938.

El peltre es una aleación compuesta por estaño, cobre, antimonio y, opcionalmente, plomo. Es maleable, blando y de color blanco con alguna similitud a la plata. Se funde entre 170 y 230 °C por lo que suele emplearse para adornos. Lo que hace especial al peltre es que por su materialidad es muy fácil de trabajarlo, moldearlo y tallarlo, permitiendo así creaciones más ligeras y pequeñas. Como dato especial podemos decir que en la Edad Media se utilizó como sustituto a la plata en las iglesias de regiones más pobres.
Es la combinación del estaño con otros metales la que le otorga ese tono característico plateado suave que puede pulirse parecerse a la plata o dejarlo con un envejecido color mate.
Los escultores suelen usar herramientas manuales, martillar o cincelar para dar relieve, patrones y formas únicas a sus creaciones.
El peltre es un metal que ha resistido el paso del tiempo y sigue siendo una elección al momento de optar por un material con suave brillo, versatilidad y encanto único. El peltre es un metal que día a día va ganando adeptos.